Escrito por ALEJANDRO ZEGADA/EL PAÍS
“La región enfrenta el contexto económico internacional más desfavorable desde 2009”, advierte la Comisión Económica para América Latina (Cepal), en un reciente informe sobre el panorama de la inserción latinoamericana en la economía mundial.
Y la profundización de la especialización en recursos naturales durante el ciclo de altos precios, sumada a “la persistencia de una estructura productiva con reducidas capacidades tecnológicas” dificultan salir de la compleja situación actual, indica la organización.
La recomendación de la Cepal es “mejorar la implementación de la agenda de facilitación del comercio”, lo que elevaría los reducidos niveles del comercio intrarregional y estimularía la internacionalización de las empresas de menor tamaño, la gran mayoría de las cuales no exporta.
“Esto, a su vez, podría incentivar la diversificación exportadora y atenuar la elevada dependencia de las materias primas de la región, especialmente en América del Sur”, contribuyendo a “fortalecer los débiles encadenamientos productivos intrarregionales y a aumentar la presencia de la región en las cadenas globales de valor, que es muy limitada”, destaca el informe.
Contexto actual complicado
Las exportaciones de América Latina y el Caribe disminuirán por tercer año consecutivo este 2015: “su valor se contraerá un 14%” según las proyecciones de la Cepal. Para encontrar una situación similar hay que retroceder 83 años, hasta la Gran Depresión, cuando el valor exportado de la región cayó un promedio de un 23% anual entre 1931 y 1933.
El organismo agrega que el descenso de los precios de la canasta exportadora regional en 2015 será “probablemente más fuerte que el experimentado durante la última crisis económica mundial en 2009 y solo lo superarán los registrados en 1931 y 1933, y las perspectivas de precios para 2016 son poco auspiciosas”.
Cae comercio dentro de la región
En el primer semestre de 2015, el valor del comercio intrarregional se contrajo casi un 20%. “La debilidad del comercio intrarregional es preocupante”, advierte la Cepal, ya que es “más intensivo” en productos de alto valor agregado que el comercio extrarregional y se caracteriza por una mayor presencia de Pymes, con la consiguiente generación de empleo.
Pero pese a las dificultades de implementar políticas industriales significativas en contextos de lento crecimiento, los expertos consideran que el desarrollo de nuevos sectores con capacidad exportadora es más necesario que nunca.
Para la Cepal, “en situaciones de crisis como la actual, fortalecer las políticas industriales y tecnológicas para la diversificación, el aumento de la productividad y la incorporación de conocimiento en la producción no solo es un imperativo económico, sino también un sustento fundamental del empleo y la estabilidad social”.
Salir de la difícil situación actual requerirá pues un renovado esfuerzo para profundizar la integación económica regional.
Encadenamientos con China
Ya es bien sabido que las exportaciones de Latinoamérica a China se concentran en los recursos naturales brutos o procesados, y que las importaciones de manufacturas de nivel tecnológico medio y alto desde el gigante asiático crecieron más rápido que las exportaciones, lo que generó un saldo cada vez más negativo para la región.
Según la Cepal, las exportaciones de la región a China tendrían que aumentar un 80% para alcanzar el equilibrio comercial, y el principal desafío es la diversificación de esos envíos.
Pero “la región puede convertirse en un socio estratégico de China en el rubro agroalimentario, ya que ese país debe alimentar al 19% de la población mundial con solo el 7% de las tierras cultivables y el 6% de los recursos hídricos del mundo”, indica la organización.
Así, el monto de sus importaciones de alimentos será el doble o más en 2020. “El aumento de la urbanización y del consumo de la clase media china es una gran oportunidad para avanzar en la diversificación de la oferta exportable hacia alimentos con mayor grado de procesamiento”, detalle el informe.
También será vital incrementar los flujos recíprocos de inversión extranjera directa (IED), pero desplazándolos desde los sectores extractivos (hidrocarburos y la minería) hacia otros rubros de las economías latinoamericanas.
Mejorar el comercio
Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), la facilitación del comercio significa “la simplificación y armonización de los procedimientos del comercio internacional”, es decir las actividades, prácticas y formalidades que comporta la recopilación, presentación, comunicación y elaboración de datos y otra información necesaria para el desplazamiento de mercancías en el comercio internacional.
La Cepal propone 5 categorías para lograr esto en Latinoamérica: transparencia, formalidades, arreglos institucionales y cooperación, comercio sin papeles y facilitación del tránsito.
Pero por ahora, en las tres subregiones de América Latina y el Caribe, “el costo de comerciar con los Estados Unidos es menor que el del comercio intrasubregional”, advierte la organización, lo que “desincentiva la integración productiva entre las economías de la región y su participación en las cadenas globales de valor”.
Es para superar esta paradoja que la Cepal considera crucial la facilitación del comercio dentro de la región: “los avances serán mayores si se coordinaran a nivel regional o al menos subregional”.
Fuente: El País