Por Ariel Maciel
“Potenciar el Mercosur como plataforma clave para nuestra inserción internacional”, fue uno de los puntos que la central fabril comandada aún por Héctor Méndez le presentó a los presidenciales que pasaron por la sede de Avenida de Mayo 1147. Ese punto fue uno de los consensos que lograron de manera interna los industriales como base para el desarrollo de los sectores productivos. “La idea fue ponerle límites a un intento de cambio drástico dentro y fuera de la UIA”, admitió a este diario un integrante de la mesa chica.
La crisis brasileña afectó con fuerza a la producción argentina. Las tensiones entre las centrales industriales, que reclamaban a sus respectivos gobiernos protección a las fábricas locales pusieron signos de interrogación a la relación que había logrado superar desconfianzas durante el período de crecimiento.
Dentro de la misma UIA hubo planteos para pedir que la Argentina abra sus acuerdos a la Alianza del Pacífico, sector comercial integrado por Chile, Colombia, México y Perú, para abrir nuevos mercados que permitan suplir las pérdidas que generó la depresión económica de Brasil. No tuvo éxito aunque existe cierto alivio ante la reactivación de las negociaciones bilaterales con México y Colombia, sin la necesidad de romper el Mercosur.
Sucede que el achique del mercado brasileño llevó a la administración de Dilma Roussef a apresurar el cuestionado acuerdo con la Unión Europea a pesar de las divergencias argentinas. “Los empresarios de Brasil han soportado muchas concesiones a la Argentina por respetar el diálogo que mantiene Dilma con Cristina Kirchner pero sabíamos que iba a haber presión para cuidar más a sus fábricas porque la crisis es muy grande”, admitió un líder UIA.
De hecho, varios industriales temen que la situación política brasileña tiene el objetivo de “hacerle pagar a Dilma su apuesta por el Mercosur, su alianza con China y los Brics, y su confrontación con Estados Unidos”, analizó otro integrante de la mesa chica industrial.
A pesar de la crisis por la que atraviesa el gigante de Sudamérica, la UIA considera que la apertura al mundo, “para que haya más industrialización argentina, debe ser de la mano de Brasil”. Es una de las preocupaciones centrales de los empresarios debido a que advierten que el programa anti crisis que aplicó el kirchnerismo durante los últimos meses “no podrá ser sostenida por much tiempo por el próximo Gobierno”.
Unidad pero con cargos en suspenso
La semana pasada quedó completa la lista de más de 90 nombres que acompañarán a Adrián Kaufmann en la nueva conducción de la UIA. La lista Celeste y Blanca había definido semanas atrás, no con menos conflictos, su propuesta. El jueves pasado, el Grupo Industriales completó su parte.
Sin embargo, se abrió un punto de debate que puso tensión en la ocupación de los cargos que marca el acuerdo de alternancia: la vicepresidencia Pymi, reservada para un representante de las pymes industriales. Según dicen en la CyB, Industriales pidió en el inicio de las negociaciones ese lugar para un representante propio, y a cambio se quedaba con una vicepresidencia más.
Pero desde el GI rechazaron la existencia de ese acuerdo y prometen ocupar las vicepresidencias que le corresponden, y dejarle a Celeste y Blanca la designación del Pymi, aunque desde ese espacio reconocieron a este diario que no tienen ningún integrante con perfil pyme.
Fuente: Bae negocios