Además de sus funciones tradicionales, el despachante es un asesor integral en comercio exterior sobre todo para las pequeñas y medianas empresas.

Desde su profesión de despachante de aduanas, Delia Raquel Flores, logró constituirse en una referente del sector logística y comercio exterior de la Argentina. Titular del Grupo DRF, Delia Flores recordó que «la profesión de despachante, desde mis inicios a la fecha, ha evolucionado en forma constante y permanente, ya que la misma se encuentra ligada inexorablemente a los cambios que se producen en el ámbito del comercio exterior. El mismo, no solo se ha incrementado desde un punto de vista económico, tanto por su volumen como por la incorporación de nuevas mercaderías, sino también, por el dictado de normativa a nivel supranacional y nacional, que contiene y refleja dichas circunstancias. En el caso de la normativa supranacional, cobra vital importancia la constitución del Mercosur. Tuve la suerte de ser una testigo privilegiada de su génesis fáctica, dado que soy oriunda de la ciudad de Paso de los Libres, donde por la práctica y el día a día en el tráfico internacional, se dio en el terreno una colaboración e interacción entre los diversos operadores del comercio exterior y las autoridades que lo regulan en ambos países, a los efectos de facilitarlo».
Conocimiento
A juicio de Delia Flores el rol del despachante de aduanas se está jerarquizado. «Ha dejado de ser un simple auxiliar del comercio exterior, ya que no solo debe conocer la clasificación arancelaria de la mercadería, para lo cual, debe estar empapado de las normas del Código Aduanero, sus leyes y normativa complementaria, sino también con la Nomenclatura Común del Mercosur, normativa ALADI, y los tratados y convenios que celebró la Argentina en la materia. Desde un punto de vista operativo y a la luz de la normativa aplicable a las operaciones que va a llevar adelante, debe analizar según sus particularidades, la documentación necesaria para poder oficializarla a través del sistema informático María que es el que se utiliza en la actualidad. Asimismo, y dado la complejidad actual del comercio exterior, no solo debe conocer de normativa y operatoria aduanera, sino también los aspectos bancarios, divisas, impositivos, logística, y en algunos casos, de cuestiones sanitarias, lo que obliga al despachante a estar en constante formación profesional, dadas las exigencias del mercado».
La titular del Grupo DRF consideró también que además de los trámites lógicos con la Aduana, el despachante es también una suerte de asesor integral en comercio exterior sobre todo para las pequeñas y medianas empresas.
«El despachante de aduanas no solo se desenvuelve en la operatoria aduanera, sino también, interactuando con el cliente y sus necesidades. Asimismo participa en la planificación, coordinación, ejecución y el control de todas las actividades directas e indirectas que resulten necesarias para materializar la operación de comercio exterior, vinculadas tanto al sector privado, como ser fletes, seguros, operatoria bancaria, etc., como al sector público, servicio aduanero, Senasa entre otros; en algunos casos, inclusive en la búsqueda de nuevos mercados para sus productos, en caso de que sean exportadores, o bien, de nuevos proveedores, para el caso de que sean importadores».
Delia Flores también resaltó la conciencia que existe por parte de la comunidad del comercio exterior argentino respecto a la importancia del rol de despachante.
«En lo personal, y por experiencia profesional, no me quedan dudas; ya que todos los que participamos del comercio exterior, sabemos y entendemos de la importancia que tiene el despachante de aduanas, como su facilitador y promotor. Su función es primordial, ya que es el nexo entre el sector privado y el sector público, para que las operaciones se puedan llevar adelante con la mayor rapidez, seguridad y transparencia. En nuestro rubro, la cuestión del tiempo es de suma importancia».

Fuente: El Cronista