Procaccini, Gonzalez, Castro, Beckinschtein y Estella Sun Yu (Foto)

La creciente interacción bilateral entre la Argentina y China fue el eje del Segundo Foro Empresarial Argentina-China que se llevó adelante ayer, en la sede la embajada de ese país en el barrio porteño de Saavedra.

El encargado de abrir el debate fue el embajador chino en Buenos Aires, Yang Wanming, quien presentó un panel integrado por el presidente de la Agencia Nacional de Inversiones, Juan Procaccini; el prestigioso analista internacional Jorge Castro, director del Instituto de Planeamiento Estratégico; el vicedirector de la Cámara de Comercio para Asia y el Pacífico, José Beckinschtein; y la representante de la Corporación de Carreteras y Puentes de China en la Argentina (CRBC), Estella Sun Yu. El intercambio, presenciado por doscientos empresarios y dirigentes, fue moderado por Fernando Gonzalez, director de El Cronista.

El embajador Wanming explicó en el arranque que «China sigue muy de cerca la transformación de las políticas económicas y la planificación del desarrollo nacional del nuevo gobierno argentino, con optimismo sobre las perspectivas de desarrollo de las relaciones a largo plazo».

Para el diplomático, «China posee ventajas en material del capital, la tecnología y los equipos, mientras que Argentina tiene demandas reales en la transformación del modelo de desarrollo y la modernización industrial. En la próxima etapa, las dos partes deberán expandir la cooperación en áreas clave como la infraestructura, agricultura, minería, finanzas, telecomunicaciones, manufactura, industria aeroespacial, energía y especialmente energía renovable, con lo cual se promoverán la transferencia tecnológicas y la capacitación de los recursos humanos».

Mientras Procaccini detalló la perspectiva favorable que desde la visión del Gobierno de Mauricio Macri tiene la Argentina tras el acuerdo con los holdouts, consumado el último fin de semana, Jorge Castro explicó que «la Argentina, al igual que el resto de los países de América del Sur, tiene en China su principal fuente de comercio e inversiones en la segunda década del siglo. El próximo paso es multiplicar el comercio bilateral entre los dos países, atrayendo previamente una masa creciente de inversiones chinas en los distintos sectores y regiones del país, sobre todo en materia de infraestructura, desarrollo agroalimentario, y desarrollo industrial manufacturero».

En tanto, Bekinschtein le apuntó a las principales áreas de cooperación entre los dos países, sobre todo el sector de agroalimentos, de la energía y del turismo, mientras que Este lla Sun Yu se explayó sobre las ventajas que el crecimiento del comercio bilateral podría tener en el área de la infraestructura. «No sólo en la construcción de carreteras y puentes, sino también en la instalación de sistemas de riego con alta tecnología».

Fuente: Cronista.com