Vehículos, autopartes y metalurgia

El sector sufre por la recesión de Brasil con caídas en la producción (-14% en el primer semestre). Las marcas de autos importados, limitadas antes por el cepo al dólar, se recuperan. Automotrices de alta gama como BMW, Audi y Mercedes Benz están en alza. Los precios en dólares son más atractivos ante la suba de los autos nacionales. En motos, el 90% de las ventas es de producción local, y volvieron las Harley-Davidson. El sector autopartista celebra la nueva ley que apunta a disminuir la importación y aumentar las ventas. Los metalúrgicos reclaman por ingresos de motores, material ferroviario y bicicletas.

Alimentos

Hay pocos alimentos excluidos de las licencias automáticas. Los supermercados comenzaron a importar productos en mayores volúmenes, aunque afirman que el mercado en baja y los precios altos de la mercadería limitan la oferta. En carnes, la porcina y la aviar marcan las preocupaciones, ante el alza de los ingresos desde el exterior, según distintas entidades. Conservas es otra de las categorías señaladas. En otro sentido, la importación de alimentos es utilizada como instrumento de control de precios, como ocurrió este año, cuando se compraron animales a Uruguay para elevar la oferta y descomprimir el precio.

Textiles y calzado

En este sector, uno de los más sensibles y con mucha mano de obra, las importaciones treparon en volumen un 22%, según datos de la Fundación ProTejer. Ese porcentaje representó un adicional de 21.000 toneladas más de textiles con valor agregado en el mercado local, que sufre un descenso -a tono con el resto de la economía- por el recorte del poder adquisitivo de las familias. En relación al calzado, también se registraron subas. Pero en ambos casos, la promesa oficial es conservar el empleo local, para lo cual se vale de cientos de licencias no automáticas. En el sector piden controles más precisos.

Juegos y juguetes

Después de un año que terminó bien para la industria juguetera, la expectativa es conservar la misma proporción de mercado, en el que provee la mitad de los productos, mientras que lo restante se compone de importados. En general, el abastecimiento local incluye juguetes didácticos, mientras que desde afuera llegan los eléctricos, los clásicos de Mattel y Hasbro, y los que tienen licencias de los personajes y las películas infantiles. En lo que va del año, la cámara del juguete registra un alza del 10% de la importación. Ese índice debería mantenerse para no afectar a las fábricas y para poder mantener el empleo.

Cueros y afines

El presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA), Ariel Aguilar, dice que los productos locales perdieron participación por la caída de 25% en las ventas, mientras que en el primer semestre las compras a otros países treparon 28% en unidades y 46% en dólares, en comparación con igual período de 2015. En total, según Aguilar, entraron unas 14,1 millones de unidades por más de US$ 63 millones. Entre mayo y junio, el ingreso se aceleró en unidades a un 187%. Aquí también hay planteos sobre la competitividad que afectan al sector con potencial para ingresar en otros mercados.

Actividad comercial

En la Cámara Argentina de la Mediana Empresa indican que «las importaciones de consumo [artículos listos para ser consumidos] crecieron 10%» de enero a junio, mientras que el comercio cayó 10% en mayo y junio (y en julio sigue la tendencia). Dicen en la CAME que el problema depende de cada caso. «En algunos se han disparado las importaciones, pero en otros en que no hay crecimiento significativo, o incluso hay caídas, las empresas perciben un efecto de sustitución de productos locales por extranjeros, porque el mercado local cayó.» Las SIMI, dicen, deben reforzarse con controles fronterizos.

Fuente: La Nación.com