Por Cledis Candelaresi
Argentina podría sellar en las próximas semanas un acuerdo de libre comercio automotor con Colombia que, junto a México, es el único país de la región cuyo mercado de vehículos no está derrapando. Está previsto que en marzo haya un encuentro ministerial entre las administraciones de Mauricio Macri y Juan Manuel Santos para darle forma definitiva a un pacto que promete multiplicar casi por diez en tres años las exportaciones de coches al país caribeño.
Oficiosamente, los fabricantes locales estiman que el mercado local este año se retraería a unas 530 mil unidades al tiempo que las ventas externas vienen en picada.
Para las terminales locales, aquel pacto representa una tabla de salvación, ya que el principal comprador de vehículos Argentinos está en crisis. El mercado de Brasil, donde recalan casi dos tercios de las ventas externas locales, retrocedió un 27% el año pasado y la industria prevé que la compra de autos retroceda al menos otro 10% este año.
Colombia es el cuarto mercado regional, después del brasileño, el mexicano y el argentino. Se comercializan casi 320 mil unidades anuales, la mitad del registro local. Pero es una cifra que viene en aumento constante y hay demanda potencial interesante, básicamente para la pick up (Runger, Amarok, Hilux, etc) y los comerciales livianos que se producen acá.
Al mismo tiempo, la producción colombiana es limitada: sólo están instaladas Renault y General Motors con oferta de autos chicos. Así las cosas, para la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) hay todo para ganar.
El año pasado Argentina vendió a Colombia unos 4300 coches con un arancel del 16,1 %. Los fabricantes instalados acá calculan que, de eliminarse esa restricción, aquella cifra saltaría a 20 mil coches el primer año, 25 mil el segundo y 30 mil el tercero.
El desafío es celebrar un trato que complemente al que ya firmó Brasil con Colombia y por el cual podrá venderle durante 8 años cierto cupo libre de todo gravamen. A instancias de los fabricantes locales, los ministerios de Producción y la Cancillería intentarán mejorar ese acuerdo base.
Brasil y el mutuo permiso
La instancia negociadora tiene cierta complejidad.
Existe un acuerdo marco global de comercio Comunidad Andina- Mercosur bajo el cual cada miembro define, luego, capítulos individuales. Pero ninguno de estos tratos particulares con Colombia podrá ponerse en marcha si no tiene el aval de los otros socios del bloque.
Esto implica que el acuerdo brasileño necesita el guiño local y a la inversa. Por lo tanto, los pactos celebrados con uno no tienen que interferir en los intereses del otro.
A este desafío se añade otro: el gobierno de Santos tiene la convicción de avanzar en el trato con Argentina, pero las automotrices colombianas aún ven con cierto recelo la cuestión. A pesar de que están habituadas a operar en un mercado muy integrado al mundo, donde el parque automotor está prioritariamente atendido por importaciones.
Se trata de poner a juego la diplomacia comercial, con el propósito de conciliar intereses a veces contrapuestos entre los actores privados o entre éstos y la administración de turno.
Argentina no puede darse el gusto de desafiar a Brasil que, aunque hoy esté en un mal momento, sigue siendo su partenaire fuerte en la región y socio natural para negociar desde una mayor posición de fuerza relativa con el mundo.
Ambas naciones están, a su vez, rediscutiendo su propio acuerdo automotor, prorrogado hasta el 1 de julio próximo y en virtud del cual por cada dólar que le vende Argentina, puede importar desde allá por el equivalente a 1,5 dólares.
Otro subcapítulo central es el de las autopartes. A pesar de la devaluación del peso, ese segmento de productos sigue siendo aún muy competitivo y descoloca a los proveedores argentinos.
Buenos Aires ya firmó un pacto automotor con México que tendrá vigencia hasta el 2019 y la apuesta ahora es que se pueda avanzar con el demorado acuerdo Mercosur-Unión Europea, que podría traccionar nuevas inversiones y relajar las fronteras del Viejo Mundo. A condición, eso sí, que éstas también se abran para los alimentos locales.
Fuente: Bae negocios