El consumo interno de vino registró en los primeros siete meses del año un repunte del 6,2 por ciento respecto a igual período de 2014, en tanto que las ventas externas en volúmenes se incrementaron un 8,2 por ciento.

Un informe de la consultora económica IES precisó que el consumo interno de vino exhibe un pronunciado repunte en los primeros siete meses de 2015, al verificar un aumento de 6,2% y totalizar 5,8 millones de hectolitros vendidos en el acumulado a julio.

Luego de caer 4% en 2014, la fuerte suba del consumo interno en lo que va del año “responde a la coyuntura de sobreoferta interna que deprime los precios y reactiva la demanda”, explicó la consultora.

En cuanto a las ventas externas, se registró un crecimiento en volúmenes en los primeros siete meses de 2015 de 8,2%, explicado por la suba en vinos sin identificar (26,6%), y por el aumento de vinos varietales de 6,7%, mientras que cayeron los espumantes (21,6%).

En valores, las exportaciones de vinos subieron 0,6 por ciento y totalizaron los 460,4 millones de dólares, en tanto que las ventas externas de champagne cayeron 9 por ciento y un valor de 8,7 millones de dólares.

Recuperación

El informe consideró que “el repunte en las ventas externas se verifica tras un muy bajo volumen exportado en 2014 -el menor de los últimos nueve años-, y no implica una mejora del negocio exportador”.

No obstante, dentro de las ventas externas del sector vitivinícola se observó que, en los primeros siete meses de 2015, el vino es el principal componente de la canasta exportadora, con el 85,9 por ciento del total, le siguen los mostos de uva (2,5%), y los espumantes (1,6%) de participación.

El sector vitivinícola en su conjunto exportó por 535,9 millones de dólares, una caída del 5,6 por ciento interanual, y los envíos de vinos se concentran en los Estados Unidos (38,6%), el Reino Unido (10,1%), Canadá (9,3%), Brasil (5,8%), los Países Bajos (3,8%) y México (3%) y China (2,9%) que concentraron, conjuntamente, el 73,4 por ciento.

Impuestos en Brasil, una preocupación

El aumento en Brasil, a partir del 1º de diciembre de 2015, de la alícuota del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) de vinos, espumantes, whiskies, vodkas, cachazas, licores, sidras, aguardientes, gin y vermuts, entre otros, sean nacionales o importados, impactará en la bodegas y fabricantes locales.

El porcentaje del tributo varía entre un 10% a un 30% sobre el precio de la botella en la industria o en el importador.
La Argentina y Chile son los dos mayores proveedores de vinos importados al creciente mercado brasileño.

En el caso de Chile, su producción representa un 35,3% del mercado brasileño de vino importado en valor. El Concha y Toro es el vino importado más vendido en Brasil.

Argentina, en tanto, ocupa el segundo lugar, con el 17% del mercado en valor, tras haber llegado al 21% en el 2013. La participación bajó debido a que las políticas económicas del gobierno nacionales afectaron la competitividad del producto, indica el portal Brasil 247.

El gobierno brasileño, necesitado de ingresos, espera que el impuesto genere una recaudación extra de 1.000 millones de reales (u$s270 millones) el próximo año. La administración está empeñada en obtener recursos para cerrar un presupuesto para el 2016 que incluye un déficit de 30.500 millones de reales.

Fuente: Bae negocios